LA ACTITUD DENTRO DEL DOJO Y TATAMI

En el dojo hay que respetar las reglas tradicionales. Un dojo
de Aikido no es un gimnasio, es el lugar donde se imparte la
enseñanza del maestro Morihei Ueshiba. No es un lugar para
manifestar la grandeza del ego individual, sino para purificar y
educar el cuerpo y el alma. Una actitud de respeto, sinceridad y
modestia son esenciales para el proceso de aprendizaje.
Cada alumno debe contribuir a la creación de una atmósfera
positiva, de armonía y respeto.
los practicantes deben cuidar su dojo y mantenerlo limpio, para
el bienestar de todos.
La enseñanza del profesor no tiene precio, por ese motivo se le
estará agradecido por sus enseñanzas, las cuotas garantizan un lugar
donde poder seguir practicando.
Hay que respetar la enseñanza, la filosofía del fundador y la
manera en que el Sensei la trasmite. En cursos con otros maestros,
se tiene que respetar las maneras en que cada maestro trasmite el
Aikido, no existe una forma auténtica y otra no válida.
El Aikido hay que utilizarlo de forma constructiva, nunca al
servicio del ego, o de forma destructiva.
El Uke no intentará hacer de profesor ni intentará resistirse
para dar una lección a Tori, simplemente colaborará para realizar el
movimiento. Por supuesto hay que evitar los conflictos dentro del
tatami.
Cada alumno tiene distintas capacidades físicas y diferentes
razones para practicar Aikido, todas merecen respeto. Todos estudian
los mismos principios, por lo tanto no debe haber desacuerdos en el
seno del grupo, todos los practicantes forman una gran familia. El
secreto del Aikido es la armonía (AI).
AIKIDO: Es el camino para lograr la armonía mediante la energía.
AI: Armonía,
KI: Energía, energía interna, energía mental.
DO: Camino, vía, método