BIENVENIDOS

Esta pagina esta destinada a la difusion del AIKIDO en el norte argentino. Desde ya se agradece al Sensei Eduardo Stern quien es el gran responsable de que el AIKIDO sea mas conocido dia a dia en esta parte del pais.


lunes, 18 de enero de 2010

SALUDO A LA IMAGEN DE O´SENSEI


Este saludo representa una prueba de gratitud con quien ha creado el AIKIDO y con quienes han trasmitido por medio de sus incontables discípulos, el arte de amarnos que nos permite elevarnos humanamente.Es también una prueba de humildad considerando que fuese cual fuere nuestra fuerza, nuestra inteligencia o nuestra posición social tendremos siempre a alguien a quien respetar o algo por lo cual agradecer, porque si todos nosotros somos infinitamente grandes también podemos ser infinitamente pequeños. Debemos tener respeto por todas las cosas y en la práctica de AIKIDO principalmente debemos respetar las armas que utilizamos: los sables, los bastones, los cuchillos, nuestro KEIKOGI, etc.Manejarnos con respeto y no tenerlos arrojados en un rincón.También es necesario que reflexionemos sobre nuestros gestos y especialmente tener en cuenta el trabajo de los carpinteros, los sastres: también ellos han impregnado esos elementos con el KI de los artesanos. El sable debe ser para el practicante de un arte marcial el reflejo de su alma. Cuando el sable silba en el aire, la trayectoria es el símbolo de la línea de la vida en la que todo practicante de BUDO debe fijarse.

EL SALUDO EN EL AIKIDO

El saludo y el respeto en el El AIKIDO es parte del BUDO japonés y como tal, su enseñanza está impresa de cierto número de reglas de cortesía y momentos ceremoniales que no son específicas para el AIKIDO o de las artes marciales sino que hacen parte de la vida y las costumbres japonesas. Nuestra práctica no puede estar disociada de estas reglas pues perderíamos un aporte cultural y espiritual considerable.El hecho de saludar al DOJO, a O´SENSEI, al INSTRUCTOR y a los compañeros adoptando una posición tal que el cuerpo esté bien ordenado alrededor de su centro, permite una toma de conciencia de la individualización del oponente, respetando de corazón su condición física –porque debemos someterlo a grandes esfuerzos durante la práctica-. El saludo debe ser casi de recogimiento, en una postura correcta, honesta y respetuosamente humilde. El DOJO es el lugar donde nos reunimos en la búsqueda de un camino. Es donde tratamos de hacer progresar nuestra condición humana. Saludando al DOJO hacemos de él un sitio privilegiado en el cual purificamos el cuerpo y el espíritu. Esta situación de purificación es parte cotidiana en la vida de los japoneses.